Por Mauricio Sulaimán
Hijo de José Sulaimán – Presidente del WBC
Supongo que la mayoría de los que leen mi columna sabían que el viernes pasado, Mike Tyson regresó al ring y se enfrentó a Jake Paul.
Hay tanto que comentar sobre todo lo que pasó que me resulta difícil ordenar mis pensamientos. Veamos cómo resulta. No voy a mencionar ningún aspecto negativo y me centraré en lo positivo, ya que en general fue un acontecimiento memorable.
Mike Tyson es una figura legendaria de la que se hablará dentro de 500 años y por toda la eternidad. Ganó el campeonato mundial de peso pesado de la WBC a los 20 años y fue temido como pocos durante su reinado. Fue indiscutible después de que Don King llegara al torneo de peso pesado y recuperó su corona de la WBC después de ser liberado de prisión.
Su carrera en el ring fue turbulenta durante dos décadas, una vida llena de altibajos, con escándalos sociales, encarcelamiento por una condena injusta por violación que nunca existió, además de adicciones, la pérdida de una fortuna de más de 400 millones de dólares, también fue actor en algunas películas y, sin duda, una de las personalidades más reconocidas del mundo. Ha trabajado duro para recomponer su vida y lo ha logrado, pues hoy es feliz, trabaja y vive la vida de la alegría y el éxito.
Jake Paul, un joven influencer de las redes sociales que cuenta con millones de seguidores, ha tomado el boxeo como su bandera. Su paso por el ring ha atraído a millones de espectadores al boxeo para aplaudir sus actuaciones en combates contra otros influencers, jugadores de baloncesto y, finalmente, contra boxeadores.
Netflix debutó con la transmisión de un evento de boxeo. Es una de las plataformas globales con mayor alcance que logró tal audiencia que hasta los servidores se saturaron y, por momentos, se perdió la señal. Haber tenido un show de boxeo en Netflix es algo gigantesco. Ojalá la cadena siga apoyando nuestro deporte y no se quede solo con este evento puntual.
El AT&T Stadium, sede de los Dallas Cowboys, es uno de los estadios más bellos, grandes y espectaculares del mundo. Es una pena lo mal que está mi amado equipo en estos momentos (tenía que mencionarlo).
Fue maravilloso ver la promoción que se dio al estilo Don King con acciones innovadoras que llevaron la noticia a todo el mundo y llamaron la atención para que todos sintonizaran para ver el evento.
Inflables gigantes de Tyson y Paul fueron colocados en las calles de Nueva York, clips en redes sociales de Tyson entrenando ferozmente llevaron al mundo a soñar con ver al poderoso sobre el ring, tal como lucía hace casi 40 años. Además, hubo juegos para medir la fuerza del golpe con la cara de Jake, las vaqueras de Dallas y su show con la canción de AC/DC, y entre el público estaban Ralph Macchio y William Zabka para promocionar la serie de Netflix “Cobra Kai”, la nostálgica “Karate Kid”, y otras con los protagonistas sentados en el ringside, como el “Juego del Calamar”.
La venta de un par de boletos en una suite al lado del ring se vendió en dos millones de dólares. En fin, todo lo que puedas imaginar y más sucedió antes, durante y después de las acciones en el ring.
Un auténtico espectáculo al más alto nivel y en todo el ámbito del deporte del boxeo.
Las dos peleas por el título mundial fueron espectaculares. El campeón mundial welter Mario Barrios lastimó y derribó a su retador Abel Ramos y parecía que iba a defender su cinturón con facilidad, pero todo cambió en el sexto round cuando fue a la lona y tuvo que esforzarse y esforzarse al máximo para rescatar el empate en una pelea sangrienta y dramática que dejó el ring caliente para lo que vendría después.
La revancha entre la campeona mundial del CMB, quien ostenta el título INDISCUTIBLE también de la OMB, FIB y AMB, Katie Taylor, ante la orgullosa puertorriqueña Amanda Serrano. Llenaron el Madison Square Garden de Nueva York en 2022, y protagonizaron una de las mejores peleas de la historia.
Taylor concedió la revancha y la pelea fue, sin duda, La Pelea del Año que terminó en una decisión muy ajustada por tan solo un punto a favor de la irlandesa. La mesa y el escenario estaban preparados para una potencial trilogía, con muchos posteos sobre Serrano como ganadora, la habitual polémica en peleas de alto calibre y muy disputadas de importancia. Pero en realidad, las grandes ganadoras fueron el boxeo y las mujeres, porque quedó claro que el Poder de la Mujer es una realidad, es grandioso. Tanto Katie como Amanda deben ser elogiadas por darle al mundo 20 rounds de increíble acción.
Luego llegó el evento principal. Ver a Mike Tyson caminar por el ring como un tigre sin jaula antes del inicio de la pelea nos hizo recordar sus días de gloria, esos brutales nocauts y su dominio del mundo como el hombre más malo del planeta. Lo que sucedió durante los ocho rounds es intrascendente, el verdadero placer para el mundo fue la preparación del evento. Es una bendición para todos los que amamos el boxeo, al boxeador y al propio Tyson que no haya sucedido nada extraño.
Un hombre de 58 años simplemente no puede hacer lo que hizo en su juventud, por mucho esfuerzo, dedicación y pasión que ponga en ello. Mike tuvo una crisis médica en junio, pero decidió seguir adelante. No ganó, no brilló y, finalmente, salió de allí sano y salvo.
Logró despedirse en el ring, demostrarle a sus hijos lo que es una leyenda y lo que puede lograr, y además se embolsó una importante cantidad de dinero que le ayudará a vivir una vida digna por el resto de su vida, pues su esposa Kiki está ahí con él para cuidarlo y manejarlo.
Jake Paul es un joven que a mí personalmente me cae bien. Es muy famoso, muy rico, pero toma el boxeo con toda la responsabilidad que este deporte merece. Entrena con dedicación y sueña con algún día convertirse en campeón. Tiene sus detractores, igual que todo aquel que alcanza la fama. Si un día decide hacer una carrera seria en el boxeo y buscar la gloria de convertirse en campeón, digo, sin lugar a dudas, que tiene posibilidades de mejorar mucho. Paul respetaba a Tyson, y al final fue lo que fue, un gran acontecimiento visto por la humanidad, de gran entretenimiento en torno al deporte en un mundo lleno de malas noticias, desastres naturales, guerras, zozobra y crisis de todo tipo.
El viernes 15 de noviembre fue un día de felicidad y grandeza.
¿Sabías que…?
Logan Paul, hermano de Jake, peleó hace varios años en una pelea amateur contra KSI que terminó en empate. El evento se llevó a cabo en el Reino Unido, uno de los primeros de este nuevo y popular evento de boxeo entre influencers de las redes sociales. Jake peleó en esa cartelera también y ganó un cinturón amateur de la WBC, ya que nuestro programa amateur apoyó el evento y otras actividades de los hermanos Paul. A su manera, ellos viven del boxeo y el efecto final es que muchos peleadores han tenido actividad, peleas importantes y dinero gracias a la participación de los hermanos Paul. El ejemplo perfecto es Amanda Serrano.
Anécdota de hoy
El WBC organizó una Watch Party para ver este evento. Amigos de la Legión de Honor, encabezados por Luis Menéndez, Salvador Briman, Ciro Nucci, Manuel Othón Díaz, los campeones Sebastián y Gabriela Fundora, Pitbull Cruz, el Dr. Pablo Orozco, Josejas, y muchos amigos más, así como familiares se dieron cita en el Restaurante The Palm de la Ciudad de México para disfrutar de este espectáculo y recaudar fondos para apoyar al gran campeón, Israel Vázquez, quien lucha contra el maldito cáncer. El espíritu de José Sulaimán estaba ahí, todos sin excepción dieron un paso al frente para apoyar a uno de los hijos de Don José, Israel, y una vez más la grandeza de la comunidad boxística mexicana quedó en evidencia.
Agradezco sus comentarios en [email protected] .